viernes, 25 de febrero de 2011

Borrar su nombre de la nomenclatura...

Asunto: En honor al Bicentenario habría que proponer borrar su nombre de la nomenclatura

El 15 de febrero habría cumplido 200 años Domingo Faustino Sarmiento, motivo por el cual se le rindieron homenajes y mucho se habló sobre él. Desde 2008, por resolución de Mauricio Macri, es obligagorio para todos los niños de la capital cantar el himno a Sarmiento en las escuelas. Para recordar a Sarmiento, nada mejor que una selección de sus propios textos, en los que expone lo mejor de su preclaro pensamiento.

  • Sobre el gaucho: “La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos” (Carta de Sarmiento a Mitre, 20 de septiembre de 1861).
  • Sobre el pueblo: “Tengo odio a la barbarie popular [...]. La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil [...]. Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden. [...] Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas” (Carta a Mitre, 24 de septiembre de 1861).
  • Sobre el Estado, los pobres y los huérfanos: “Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le de dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer” (Discurso de Sarmiento en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1859).
  • Sobre las provincias: “En las provincias viven animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor” (Informe a Mitre, 1863).
  • Sobre los pueblos originarios: “¿Lograremos exterminar los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado” (El Progreso, 27 de septiembre de 1844, El Nacional, 25 de noviembre de 1876, 8 de febrero de 1879 y 19 de mayo de 1887).
  • Sobre los ingleses y las Islas Malvinas: “La Inglaterra se estaciona en las Malvinas. Seamos francos: esta invasión es útil a la civilización y al progreso” (El Progreso, 28 de noviembre de 1842).
  • Sobre el Paraguay (durante la Guerra de la Triple Alianza): “Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto 150 mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie [...]. Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse” (Carta a Mitre, 1872).
  • Sobre el Chacho Peñaloza, asesinado a lanzazos después que se rindió y a quien le cortaron la cabeza para exhibirla en una plaza: “He aplaudido la medida, precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza a aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se habrían aquietado en seis meses” (Carta a Mitre, 18 de noviembre de 1863).
  • Sobre José Artigas: “Un bandido, un tártaro terrorista. [...] Jefe de bandoleros, salteador, contrabandista, endurecido en la rapiña, incivil, extraño a todo sentimiento de patriotismo, famoso vándalo, ignorante, rudo, monstruo, sediento de pillaje, sucio y sangriento ídolo (Domingo Faustino Sarmiento, Obras Completas, editorial Luz del Día, 1948-1956).

A propósito, en Montevideo la calle Sarmiento cruza sobre Bulevar Artigas, y todos los vecinos muy contentos.

jueves, 17 de febrero de 2011

PROFESORADO EN FILOSOFÍA

[arje]

Fwd: [afucorreo]

RV: SUSPENSIÓN DE LA CARRERA DE PROFESORADO EN FILOSOFÍA EN SALTO, URUGUAY

Estimados colegas:

Adjunto un documento de importancia crucial de los profesores de filosofía del Cerp de Salto.

Está ocurriendo una situación de particular gravedad respecto a la enseñanza de la filosofía en Uruguay. El Consejo de Formación en Educación ha resuelto el 27 de enero “suspender durante una generación el dictado” de los cursos de Profesorado en Filosofía en la ciudad de Salto, alegando que ya hay “suficiente número de estudiantes” y “una buena dotación de profesores egresados en la región”…

En Uruguay sólo era posible hasta mediados de la década del 2000 estudiar formalmente Filosofía en la ciudad de Montevideo (Licenciatura – equivalente a “bacharelado” en Brasil- en Filosofía en la UDELAR y Profesorado de Filosofía –equivalente a Licenciatura en Brasil- en el IPA).

Los cursos de Profesorado de Filosofía en la ciudad de Salto (Centro Regional de Profesores del Litoral) fueron implantados por la anterior Dirección Nacional de Formación y Perfeccionamiento Docente (hoy, Consejo de Formación en Educación), con los mismas exigencias y programas del IPA. De que esta resolución respondía a una necesidad son prueba los numerosos interesados en cursar esta carrera que se inscribieron desde entonces, así como sus exitosos resultados.

Cabría pensar en que esta experiencia se consolidara, se profundizara, y se extendiera hacia alguna otra localidad del interior, de modo que la formación filosófica regular y sistemática estuviera al alcance de todo el país, haciendo realidad el “Derecho a la Filosofía”. Es preciso considerar también que, por tratarse de un Profesorado, los destinatarios más afectados en su Derecho no son sólo los estudiantes a los que se privará de estudiar filosofía, sino principalmente, los estudiantes de Educación Secundaria, que, en Uruguay, tienen 3 años de Filosofía, y se verán privados de contar con educadores profesionales en la disciplina.

Ni hablar del “paso atrás” que significaría la aplicación de esta resolución en este momento de transición de la Formación Docente hacia un Ente Autónomo de la Educación universitario (IUDE).

No sé si en Uruguay ha habido otra “suspensión” de carreras, o si se trata de una innovación absoluta, coherente con ciertas tendencias internacionales a eliminar, reducir o distorsionar la educación filosófica. Llama particularmente la atención que la suspensión se dé, no por el fracaso de la experiencia, sino por su éxito.

Y es claro el carácter radicalmente antidemocrático y discriminatorio de la decisión, que representa un antecedente particularmente peligroso.

En efecto, épocas hubo en que para ingresar al IPA había un riguroso “cupo” y mediante un “examen de ingreso” se aseguraba que el número de egresados de los distintos profesorados no superara al número previsible de futuros puestos de trabajo. La generalización, masificación o democratización de la enseñanza media derogó esas disposiciones hace ya muchas décadas, entendiéndose desde entonces un derecho inalienable de los estudiantes acceder a la enseñanza superior una vez aprobado el Bachillerato.

Pero lo que hace la resolución de referencia es muy otra cosa: cierra la carrera de Filosofía en Salto. La desarticulará definitivamente. Al menos porque los docentes quedarán sin trabajo durante un año en un momento en que ya no podrán optar por otro, y difícilmente alguien opte en el futuro por un trabajo en tales condiciones de fragilidad. Es fácil imaginar la frustración que generará en los estudiantes que pensaban ingresar este año. Si se reiniciara en años próximos se generaría un “cuello de botella” por la acumulación de generaciones interesadas en ingresar. Pero, principalmente, porque los rubros presupuestales, las disponibilidades edilicias, etc., se destinarán a otros fines. Y porque la inseguridad que se genera es permanente: ¿se reabrirá el año próximo? ¿el consejo entenderá entonces que la dotación de docentes sigue siendo “buena” y sólo decidirá formarlos cuando sea definitivamente “mala”? Con el mismo criterio arbitrario y sin discusión ¿en cuál de los años sucesivos la reabrirá? y ¿durante cuánto tiempo?

Nótese que, aunque el título cursado en Salto es tan “nacional” como el de Montevideo, y sus egresados están habilitados a presentarse a concurso para ejercer en cualquier lugar del país, la resolución parece asumir que los egresados de Salto sólo podrán ejercer su profesión en el Litoral, mientras que los de Montevideo, podrían hacerlo en todo el país, incluso el Litoral. De hecho, parte importante de la “buena dotación” de profesores de Filosofía del Litoral son egresados del IPA de Montevideo (algunos de ellos no están radicados en la región).

Sólo si en todo el sistema nacional se advirtiera que sobran profesores de Filosofía (que no es el caso) y sólo si ese argumento fuera suficiente para limitar el número de estudiantes a los que se les permite cursar profesorado de filosofía (que tampoco es el caso según mi criterio), podría estudiarse el modo de solucionar el problema.

Pero, aun en esos casos hipotéticos, el cierre de la carrera en Salto, sin afectar a las instituciones montevideanas que forman profesores de filosofía (el IPA y la privada Universidad de Montevideo) sería una discriminación flagrante, pues lo razonable sería optar por algún sistema análogo al obsoleto criterio selectivo del pasado, limitando los ingresos en todas las instituciones, y no cerrando una.

Es más obvia todavía la discriminación que se hace entre el profesorado de filosofía y los demás profesorados, suspendiéndose cursos del primero sin ningún estudio general previo, sin ninguna discusión pública y sin participación de los involucrados...

El hecho de que la intempestiva resolución se haya tomado en enero, en pleno receso, y trascienda poco antes del comienzo de los cursos, más que llevarme a sospechar de maniobras de oscuros intereses, me hace pensar en una resolución apresurada, hecha sin la serena reflexión, las debidas consultas y el debate argumentativo que debería ser previo a la toma de decisiones en asuntos de importancia y de difícil reversibilidad.

Me parece pues, propicia la oportunidad de pedir, amparado en el artículo 30 de la Constitución de la República, a las autoridades del Consejo de Formación en Educación y del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, la inmediata anulación de la medida de referencia.

E invitar a los colegas filósofos y profesores de filosofía y de otras disciplinas, tanto del país como del extranjero, así como particularmente a los colegas, estudiantes y futuros estudiantes del Litoral y de Salto, a que hagan llegar a esas autoridades su adhesión (preferentemente fundada) al pedido adjunto de los Profesores de Filosofía del Cerp del Litoral. Y que difundan esto.


Prof. Mauricio Langon

Mauricio Langon

M. G 12, S.3

15005. Solymar

Uruguay


--> mlangon@gmail.com

+598-2-6958114

094129056

viernes, 11 de febrero de 2011

RE: LECTORES INEFICIENTES Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO, ENVÍA AQUILES JULIÁN, DESDE REP. DOMINICANA

Lectores ineficientes y sociedad del conocimiento

Por Aquiles Julián

"La creación de valor-conocimiento se está transformando en el motor del crecimiento económico y la rentabilidad".

Taichi Sakaiya

Historia del futuro: la sociedad del conocimiento.


¿Cuál es el principal obstáculo que tiene el tránsito a la sociedad del conocimiento? Hay muchos, pero el mayor es la predominancia de un modelo altamente ineficiente de lectura que produce un rechazo a esa vital herramienta en la transmisión de información.

Cada día se lee menos en términos individuales, por persona alfabetizada. Y se es más torpe al leer. ¿Cuál es la causa principal? Que no hemos sido entrenados en un modelo eficiente de lectura. De hecho, no se nos enseñó a leer, simplemente se nos alfabetizó. Y ahí empieza el problema.

Estar alfabetizado es una cosa; aprender a leer otra distinta. Entender que es lo mismo es el comienzo del problema. Es como si por aprender a hablar se considerara a una persona apta para ser locutora. No, eso requiere un adiestramiento especial. Lo mismo la lectura eficiente.

La lectura ineficiente comienza por ser extremadamente lenta, entre 150 y 200 palabras por minuto, con bajo nivel de retención e intelección. La lectura eficiente, por el contrario, opera en ratios que van desde 1,200 a 2,000 palabras por minuto, con altos niveles de atención, concentración, comprensión y retención, lo que implica una diferencia significativa desde una técnica ineficiente a una técnica de lectura eficiente.

LOS TRES MAYORES DEFECTOS AL LEER

Los tres principales defectos al leer son:

1. El leer palabra por palabra o lectura silábica

2. El leer escuchándose a sí mismo o subvocalización

3. El retroceder debido a la distracción


Todos estos problemas o defectos provienen del hecho de que no fuimos entrenados en leer, sino que fuimos alfabetizados. Y son dos cosas distintas.

El primero, leer palabra por palabra, es responsable de la lentitud al leer. Es la lectura silábica, aquella que nos enseña quien nos alfabetiza. Proviene del proceso de vincular grafía y sonidos, unir grafías y sonidos para formar sílabas; unir sílabas para formar palabras y unir palabras para formar frases y oraciones, que es el que llevan a cabo los alfabetizadores.

Al considerar que, por hacer esto, ya sabemos leer, se prescinde de impartir una técnica eficiente de lectura, por lo que seguimos leyendo hasta la muerte con una técnica de lectura ineficiente, lenta y desalentadora. ¿El resultado? La mayoría de las personas alfabetizadas no leen, carecen de hábito de lectura y simplemente ejercen esa competencia ocasionalmente. Y así, descuidan el principal medio inventado por la humanidad para la transmisión de información y su difusión.

Al proceso de alfabetización debemos también el segundo defecto o problema: la subvocalización. Esta se origina en el hábito creado de vincular una palabra (grafía) con un sonido (fonema). En realidad, las palabras tenemos que vincularlas a un concepto o idea, una imagen. Al estar leyendo y a la vez pronunciando, sea físicamente, sea mentalmente, el sonido de las palabras, leemos muy lento porque lo más rápido que una persona puede hablar y que se la pueda entender es a unas 400 palabras por minuto, lo que desde el punto de vista de la lectura resulta lento.

Y el tercer defecto o problema es retroceder, fruto de que si bien mecánicamente los ojos siguen recorriendo los renglones, la mente se distrae y "perdemos el hilo" de lo que leemos. La distracción nos hace devolvernos porque sabemos que perdimos la ilación de la información que recibíamos.

OTROS RESULTADOS DE LEER LENTO

No sólo la distracción y el perder el hilo afectan la lectura, también resultado de la lectura ineficiente son el cansancio de la vista y el aburrimiento.

El cansancio de la vista proviene del alto número de fijaciones que se tienen que hacer. Hemos sido adiestrados en un hábito improductivo: aislar una palabra de las demás en el renglón e ir mirándolas una a una. Cada acto de mirada o fijación, es un esfuerzo que hace el ojo. Un esfuerzo para un resultado en información bien pobre, porque el 50% de las palabras que empleamos y escribimos son palabras vacías: artículos, conjunciones, preposiciones, etc., unidades formales sin mayor contenido, útiles para construir las oraciones, pero pobres en información relevante, lo que significa que el 50% de nuestras fijaciones se desperdicia.

En términos prácticos, eso significa que la mitad de las 150 ó 200 palabras que leemos en un minuto, como lectores ineficientes, son palabras vacías, lo que reduce el nivel de información real obtenida en ese minuto a 75 ó 100 palabras.

De ahí el aburrimiento. El cerebro, alimentado con tan escasa información se distrae, divaga, se desconecta… O se adormece y le da sueño.

Muchas personas han creado un ancla, en términos de PNL, una reacción estímulo/respuesta, y desde que toman un libro en sus manos al rato están durmiendo. Y es que la lectura ineficiente provoca una repulsión sicológica a la tarea de leer. Y eso se comprueba con la escasa cantidad de personas que ejercen esa capacidad adquirida. Pese a estar alfabetizadas, la inmensa mayoría de personas no leen, con lo cual renuncian implícitamente al más formidable medio de transmisión de información creado por la humanidad en toda su historia (y de hecho, el concepto mismo de historia está directamente relacionado con la capacidad de leer y escribir, pues al período ágrafo, como no produjo documentos escritos, se le denomina prehistoria).

Una competencia adquirida que no se practica se enmohece. La lectura, que estimula la inteligencia y la imaginación y enriquece el vocabulario y la capacidad expresiva, que nos nutre de información y estimula la creatividad, es ese tipo de competencia. No es que dejamos de leer: es que dejamos de estimular nuestra inteligencia y nuestra imaginación; es que nuestro vocabulario y ortografía se empobrecen; es que nuestra capacidad expresiva termina cargándose de vaguedad y de imbecilismos, esos ruidos que supuestamente significan algo pero que nadie sabe a ciencia cierta qué, y que plagan las conversaciones, donde cada quien cree que entendió y nadie sabe en realidad qué se dijo. Es que ni nuestra inteligencia ni nuestra imaginación están siendo estimuladas y, por consecuencia, perdemos competitividad, perdemos habilidad de responder a un mundo y a una realidad cada vez más demandante y retador.

LEER ES UNA HABILIDAD QUE HAY QUE APRENDER

El asunto, entonces, es transformarse en un lector eficiente. ¿Qué es un lector eficiente? Alguien capaz de leer entre 1,200 y 2,000 palabras por minuto con una comprensión superior al 90% y una fuerte retención de lo leído.

Para alcanzar estos niveles de velocidad de lectura (y queda claro que no se trata de un simple hojear la información, echar un vistazo a la página. Estamos hablando de leer todas las palabras de la página. Lo otro es una tecnología de prelectura), se precisa reentrenarnos para adquirir técnicas eficientes de lectura.

Una de ellas es la capacidad de leer por bloque, por frases y oraciones, en vez de leer palabra por palabra.

Imaginemos un renglón de 15 palabras. Si leemos palabra por palabra tendríamos que hacer 15 fijaciones para leer toda la línea. Sin embargo, si somos capaces de leer por bloque, expandiendo nuestro foco de lectura para ver simultáneamente cinco palabras en cada fijación, reduciríamos nuestras fijaciones por renglón a tres, un 20% del total, con lo cual aceleraríamos un 80% en velocidad de lectura y ambos, el eficiente, que lee el renglón en tres fijaciones, y el ineficiente que lo lee en 15 fijaciones, estarían leyendo las mismas 15 palabras y poniéndose en contacto con el mismo volumen de información. Lo que sucede es que uno va más rápido que el otro.

Al incrementar la velocidad de lectura, la información que llega al cerebro es mayor y, por ende, el cerebro se ve estimulado, se incrementa el nivel de atención. El volumen de información va tan rápido que no hay tiempo de distraerse. Si ayudamos al ritmo de lectura moviendo la mano para que guíen a los ojos en la lectura renglón por renglón de la página, esa coordinación lecto-motora fortalecerá nuestra atención y aumentará la velocidad al leer.

Otra habilidad a desarrollar es cerrar el bucle imagen/palabra palabra/imagen. El cerebro piensa con imágenes. Al escribir, simplemente traducimos nuestras imágenes mentales en palabras. Las podemos traducir a otros lenguajes: el cinético, como en la danza; el fílmico, como en el cine; el pictórico, el fotográfico, el escultórico… Cada lenguaje nos llevará a una disciplina distinta, pero todos tienen el mismo origen, la imagen mental.

Al leer tenemos que invertir el proceso: tomar las palabras y traducirlas en imágenes. Eso significa activar y poner a colaborar de manera voluntaria, consciente, nuestros hemisferios izquierdo (que procesa las palabras) y derecho (el cual procesa las imágenes). Al cerrar el bucle imagen/ palabra palabra/imagen, completamos el ciclo de comunicación entre el escritor y su lector.


LA LECTURA EFICIENTE INCREMENTA EL NIVEL DE COMPRENSIÓN

Al incorporar la lectura con todo el cerebro, transformando en imágenes las frases y oraciones que leemos, se incrementa el nivel de comprensión y retención de lo leído.

Comprender, lógicamente, es entender, no estar de acuerdo. Al ponernos en contacto con juicios y opiniones, deducciones e inferencias, teorías e interpretaciones que hace el escritor, podemos discrepar de sus conclusiones. También podemos cuestionar la veracidad y autenticidad de los hechos que informa y que sirven de fundamento y base a sus opiniones y conclusiones. Eso nos lleva a desarrollar nuestra habilidad de lectura crítica, lo que es de capital importancia.

El volumen de información que recibimos suele ser apabullante. Y tenemos que ser capaces de procesarlo críticamente, cuestionando la información, cruzándola, evaluando la calidad de los datos, la calidad del juicio u opinión. Por igual es importante entrever los mensajes implícitos (no dichos de forma expresa, pero deducibles) e inferenciales (estrategias discursivas, objetivos que persigue el escritor), para tener una comprensión realmente integral de lo que leemos.

Es tan impropio aceptar acríticamente todo como descartar y rechazar acríticamente todo. Nuestro cerebro está hecho para discernir, evaluar, contrastar, juzgar y seleccionar. Son funciones mentales de nuestra inteligencia. Al validar la información que leemos contrastándola con otras fuentes, con nuestra experiencia, nuestro sentido común. Y siempre tenemos que estar abiertos a poner en cuestión nuestras propias creencias y opiniones si ellas se muestran erróneas; si hay datos relevantes que las contradicen y denuncian como falsas.

Por otro lado, al transformar frases y oraciones en imágenes, activando nuestro cerebro derecho de manera consciente, estimulamos nuestra memoria de largo plazo, memoria de imágenes, con lo cual se incrementa la retención de lo leído, la recordación.

La memoria, función cerebral por excelencia, opera por imágenes, porque es por imágenes que opera el cerebro. De ahí que traducir en imágenes lo que leemos no sólo incrementará la comprensión sino sobre todo la retención. Y aquí no importa que lo que imaginemos sea realista. De hecho, la memoria funciona mejor con lo exagerado, alocado, disparatado, fuera de lo común: lo que se aparta de la rutina, de lo cotidiano.

¿POR QUÉ ESTE TEMA ES IMPORTANTE?

Estamos en las puertas de una revolución del conocimiento. Por primera vez en la historia, gracias a la digitalización y a la Internet el libro ha dejado de ser una mercancía exclusiva de los segmentos más pudientes y preparados de la sociedad. Ahora los libros están masivamente disponibles de manera gratuita en la Internet.

El asunto es que si la información está cada vez más asequible y gratuita, los hábitos ineficientes de lectura nos impiden aprovecharla, apropiarnos de ella, emplearla en nuestro propio beneficio y en beneficio de la sociedad.

No es la propiedad sobre un libro lo que nos conviene: es su lectura. Se pueden poseer miles de libros… ¿y? Lo que usted lee es lo que cuenta, porque es la información que ingresó al sistema.

Las sociedades dependen hoy del nivel de apropiación y empleo productivo y creativo de la información. Eso y no otra cosa es lo que significa la Sociedad del Conocimiento. Y es imposible con niveles ineficientes de lectura apropiarse de nada.

En una nota aparecida en el periódico español El País, que comenta un estudio aparecido en la revista Science, se difunden datos que aturden. Se tomó el 2000 como el inicio de la era digital de almacenamiento. Y en sólo un año, la capacidad de almacenar información digitalmente sobrepasó en toda la capacidad de almacenar información analógica en toda la historia humana. Eso es sorprendente. Se considera que la transición tecnológico-digital está a punto de terminar. En el 2007 ya estaba en formato digital el 94% de la información. Contamos con 315 más información que granos de arena.

Quienes con mayor eficiencia y eficacia se apropien y aprovechen este caudal de información disponible, cuyos únicos limitantes hoy son la capacidad de procesar información a alta velocidad, lectura súper rápida o superlectura; y la capacidad de leer en otros idiomas, en particular el inglés (aunque los traductores han facilitado bastante leer material en otros idiomas), serán los individuos y las sociedades que avancen con mayor rapidez en el nuevo entorno social de la Era del Conocimiento.

Si no somos capaces de entender lo anterior, y persistimos en vivir de manera rutinaria y sumidos en nuestras mezquindades y atrasos, nos estaremos incapacitando para poder sobrevivir en un mundo en que la ignorancia, más que nunca, nos transformará en subhumanos, ineptos para insertarnos en un mundo al que por nuestra incuria y nuestra irresponsabilidad renunciamos y al que será cada día más difícil que podamos insertarnos.


Véalo en mi blog:

http://elblogdeaquilesjulian.blogspot.com/2011/02/lectores-ineficientes-y-sociedad-del.html