MUJERES Y VARONES EN SUS DÍAS
No los diferenció el Altísimo,
representado varón,
no se sabe todavía por qué.
Anochecía el 7 de marzo
o amanecía el 30 de abril,
que más da: eran días,
siguen siendo días.
En el anochecer de marzo
se reunían combustible y voluntades
para doblegar la resistencia
con la muerte.
Amanecía abril
y con guante blanco
se sindicaba a los “moribles”
de esos días,
por algún pedazo de baldosa
golpeando alguna chapa de alquiler.
¿Qué celebran hoy mujeres y varones?
¿Qué desigualdades todavía
no fueron fabricadas ex-profeso,
para hundir un pedazo de trapo encendido
en cada una de las puertas
donde trabajaban las mujeres?
¿Qué igualdades todavía
les falta un invento de fortuna
que sea más certero
que los disparos de los días de mayo?
Todavía no podemos celebrar
aunque muchos proclamen
que es festejo.
Todavía los pequeños logros
resultan escasos
para entender que el mundo ha cambiado
a favor de quienes lo trabajan.
Apenas nos quedan los recuerdos.
Sea la memoria, la memoria
y sean los hechos
un recuerdo.
Dionel Filipigh, 07-08 de marzo de 2006
GRACIAS A TODAS LAS MUJERES Y HOMBRES QUE LUCHAN POR LA ARMONÍA, EL CESE DE LA VIOLENCIA Y LA NO EXCLUSIÓN.
ALICIA
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