Psic. Silvia Cardozo
Frente
a este tema de la posible legalización del consumo de marihuana, creo
que es bueno recordar y tener presente que hay muchas ideas erróneas
respecto al consumo de ésta y otras drogas, que hacen que las personas
se manejen de formas inadecuadas por falta de información a respecto.
Puede
haber drogas menos dañinas que otras a corto plazo, pero no hay drogas
que no sean dañinas en absoluto. Merece aclarar este punto porque sino
parecería que lo “menos malo” pasaría a ser “bueno”, y no es asi.
Hay
una creencia popular sostenida de que la marihuana es una droga segura,
que no produce adicción, y que no trae consecuencias derivadas de su
consumo. Y la verdad es que es una idea errónea, basada en poca
información o más bien en información no actualizada.
La
solución con el consumo de sustancias, no es cambiar de una droga a
otra, sino combatir la adicción a sustancias en general, porque las
personas cambian de una sustancia a otra pero siguen siendo adictas.
¿Qué pasa con la marihuana?
Partiendo
de la base que su centro de acción es el cerebro, especialmente los
centros cerebrales superiores que afectan la conciencia, pueden ya
hacerse una idea de que estamos jugando en terreno peligroso. Es muy
importante saber que es liberadora de Dopamina, (neurotrasmisor
interviniente en varias enfermedades mentales).
¿QuÉ quiero decir con esto?
Ninguna
persona conoce a ciencia cierta cuales son sus predisposiciones
genéticas para padecer determinadas enfermedades mentales. Y el consumo
de cualquier tipo de drogas, incluida marihuana, puede disparar dicha
predisposición.
Como
psicóloga no puedo dejar de advertir sobre este punto en particular ya
que atiendo en consulta muchos casos de personas con trastornos de
ansiedad y depresión, y muchos de ellos aparecieron como secundarios al
consumo prolongado de marihuana.
Así
como también es cierto que he atendido gente por otras razones, que
alguna vez consumió por curiosidad u ocasionalmente , y no sufrió
consecuencias de ningún tipo. Pero nada es seguro cuando hablamos de
drogas.
En
especial siempre tengo presente un caso en particular de una joven que
por haber consumido una sola vez marihuana, se le disparó un TOC
(trastorno obsesivo compulsivo), que es un trastorno de ansiedad de los
más perturbadores.
Es
real que seguramente esta joven tendría una fuerte predisposición
genética a padecerla y por eso alcanzó con una sola vez que consumiera
para despertárselo. Pero es una prueba más de que no sabemos nunca
nuestra vulnerabilidad previa, estimulamos nuestro cerebro y lo tomamos
como algo menor, cuando en verdad es como una especie de ruleta rusa, no
sabemos cuando puede ser el “tiro” mortal que en estos casos haga de
disparador de una enfermedad mental.
Nunca
podemos saber a priori, que puede generar el consumo de una sustancia
en cada uno de nosotros, pero tenemos que ser concientes de que no sirve
el ejemplo ajeno, aquello de que a otros parece “no hacerles nada” no
es aplicable ni se puede generalizar, porque cada persona es diferente
en su constitución genética y sin duda también lo es en su personalidad.
Esto
último también juega un papel importantísimo. Hay características
personales que hacen mucho mas vulnerables a algunos individuos que a
otros de llegar a ser adictos.
Respecto
a la adicción, siempre escuchamos que la marihuana no genera adicción.
No es cierto del todo, genera menos adicción orgánica que otras drogas,
pero si empezamos a consumirla despreocupadamente con esta idea,
fácilmente con el tiempo va haber muchos adictos a cannabis.
Hay
otras drogas “duras” que generan mucho mas rápidamente adicción
orgánica, y se la contrapone con la marihuana como para dejarla mejor
parada en esta comparación. Pero no es real que no genera adicción.
Veamos como es el proceso.
La
marihuana primeramente genera en muchos individuos dependencia
psicológica, no debemos olvidar que la mayor parte de la gente que la
consume es porque quiere generar un efecto que sin ella no lo logra.
(Euforia, placer, perdida de temores, relajarse, bajar el nivel de
conciencia, etc.) Por lo cual va a consumir cada vez que lo desee para
sentirse bajo ese efecto.
Esto hace que algunas personas que empezaron como consumidores ocasionales, pasen luego a ser habituales.
Esto
genera que el individuo no desarrolle por si solo aprendizajes de
habilidades que lo lleven a sentirse bien sin la droga, porque además
tiene la idea de que con la droga es mas sencillo y rápido, que no tiene
que preocuparse, con la creencia falsa de que es inofensiva,
entonces consume cada vez mas y mas cuando desea sentirse asi.
Aun no la necesita su organismo, pero si está su deseo de sentirse de una determinada manera.
En
general empieza a pasar que cada vez son mas las situaciones en las que
recurre a ella, porque se da lo que en psicología llamamos
“generalización de la conducta”, y asi casi “sin darse cuenta” termina
siendo de los grandes consumidores. Porque es la forma que encontró
para resolver sus problemas. Pierde el miedo, se relaja, se anima, se
siente contento, todo “gracias” al consumo de marihuana. Se da una
asociación inmediata de la droga y el efecto que desea.
Con
el tiempo de uso prolongado, está comprobado que pasa a generar
tolerancia y entonces necesita mas consumo para obtener el mismo efecto.
Y allí ya estamos frente a una adicción orgánica, que se generó con el tiempo y la creencia errónea de que no es adictiva.
Por
eso la realidad es que en un principio genera mas comunmente adicción
psícológica y con el uso a largo plazo continuado, termina generando
adicción orgánica también.
Además de los efectos deseados, también genera otros indeseados, dificultades cognitivas, de memoria, de concentración, etc.
Incluso
muchas veces no genera tampoco los efectos deseados porque depende de
otras variables que no son solamente la sustancia (estado previo en que
se encuentra el individuo, características personales, lugar, situación,
etc.) Y en vez de obtener efectos positivos pasan a sentirse peor, con
irritabilidad, paranoia, etc.
Si
bien la persona que consume cada tanto no suele sentir síntomas de
abstinencia, no es algo que se pueda tomar como indicador de nada seguro
a futuro, ya que estos pueden aparecer si empieza tarde o temprano a
incrementar su uso a largo plazo.
La
abstinencia puede variar de un individuo a otro, pero en general los
síntomas son irritabilidad, dificultades para dormir, ansiedad,
desasosiego, disminución del apetito, deseos por la droga, entre otros.
Estos
síntomas se ven en los grandes consumidores de marihuana al otro día de
dejar de consumir y tiene su pico máximo a los tres días, y recién
empiezan a disminuir en intensidad a las dos semanas de no consumir.
Hay
además un elemento que es la diferencia de predisposición que existe
entre un individuo y otro, a ser o no un adicto en potencia. Y eso
tampoco lo sabemos antes de consumir. Por eso puede variar y personas
pueden pasar a ser fácilmente adictas al consumo en poco tiempo y otras
necesitan mucho mas tiempo, según la vulnerabilidad previa.
Esta
comprobado por ej. que hijos de alcohólicos son mucho mas propensos a
ser rápidamente adictos al alcohol si beben, que hijos de no
alcohólicos, porque traen esta información en sus genes en forma de
predisposición.
Lo
mismo con las sustancias, en donde intervienen además de estos
factores, otros que los predisponen más aun todavía como los
relacionados a la personalidad, que anteriormente mencioné.
Son
muchas las causas por las cuales una persona consume y termina siendo
adicto, no me voy a detener en esas variables en este articulo porque
sería demasiado extenso.
En
lo que quiero centrarme es en las creencias erróneas que se tienen a
respecto del uso de marihuana como inofensivo o como solución al consumo
de otras drogas.
Otra idea
equivocada entre la gente que consume marihuana, se da entre quienes
son consumidores sociales o de fin de semana: piensan que no tienen
peligro de caer en adicción porque pueden pasar perfectamente una semana
sin su consumo y no sienten ninguna necesidad de ésta.
Lo
que ignoran es que el THC , que es el principio activo del cannabis,
tiene una vida media aproximada de 1 semana ( hasta dos), lo que
significa que en una semana el individuo no ha conseguido eliminar mas
que el 50 % . Por lo que una persona que aunque solo consuma los fin de
semana, no tendrá tiempo suficiente de que se elimine completamente y se
ira acumulando en su cerebro , produciendo varios de sus efectos
indeseables.
La
persona confunde la duración del tiempo de acción de la marihuana
porque la asocia al efecto buscado al consumirla, que se va mucho mas
rápidamente (pocas horas), pero esto no quiere decir que la droga no
siga actuando en su organismo a otros niveles que no percibe.
Por eso estas personas consumidoras de fin de semana no están a salvo de nada si lo hacen a largo plazo.
Les
doy a modo de información, algunos datos publicados acerca del consumo
de marihuana, obtenidos del Instituto Nacional de Salud de EEUU, que
fueron publicados por NIDA (National Institute on Drug Abuse), y también
datos obtenidos del Ministerio de Salud de España.
Ambos basados en estudios sistematizados y estadísticos realizados a lo largo de años de investigación.
Ellos publicaron:
Marihuana
y salud mental.
Varios estudios han demostrado que existe una
asociación entre el consumo crónico de marihuana y una mayor incidencia
de ansiedad, depresión, ideas suicidas y esquizofrenia.
Este
dato esta de la mano de otra investigación que se hizo también en
Suecia, se realizo durante 15 años en 55.000 individuos y que mostró que
los consumidores habituales de marihuana tiene 6 veces mas
probabilidades de desarrollar esquizofrenia que quienes no la consumen.
(Esto
esta relacionado a lo que hablamos de la predisposición genética, y que
una persona nunca sabe ni tiene en cuenta al momento de consumir).
-Aumenta
la frecuencia cardiaca ente un 20 y un 100% , y este efecto puede durar
hasta 3 horas, por lo cual lleva a un aumento del riesgo de tener un
ataque al corazón en personas con vulnerabilidad cardiaca. Hipertensos e
Insuficientes cardiacos empeoran notablemente.
-
A nivel pulmonar, produce irritabilidad, los fumadores de marihuana (no
usan filtro) muestran un crecimiento irregular de las células
epiteliales en el tejido pulmonar, con lo que hace que el individuo sea
propenso a padecer mas enfermedades. Desde infecciones pulmonares,
bronquitis, asma, hasta cáncer pulmonar.
-Dificultades
para estudiar, se deben a que disminuye funciones como la atención,
concentración, abstracción y memoria, obstaculizando por tanto, el
aprendizaje. Lo mismo afecta a nivel laboral y social.
-Efecto perjudicial en la conducción de vehículos, por lo que aumenta el riesgo de accidentes.
-En
adolescentes produce cambios neurobiológicos durante el periodo de
maduración cerebral, lo que también hace que sean más vulnerables a la
aparición de trastornos mentales en la edad adulta y por supuesto
aumenta la probabilidad de consumo de otras drogas.
-La
adicción aparece entre el 7 y el 10 % de las personas que la prueban, y
en 1 de cada 3 de los que la consumen habitualmente.
Estos datos tiran por la borda la creencia errónea de que es una droga segura que no produce nunca adicción.
Hay
muchos mas datos publicados sobre los efectos de la
marihuana, estudios serios a respecto que muestran lo perjudicial que
es su consumo prolongado. Si bien es cierto que la mayoría refieren
estos efectos mucho mas a los grandes consumidores, pero ahí mismo es
donde vemos el riesgo real, sino fuera adictiva no existirían los
grandes consumidores con tanta frecuencia.
Escuchamos
quienes dicen equivocadamente que es preferible que consuman marihuana a
otras drogas, pero esto no es solución al problema de base.
Difícilmente la persona quede solo en el consumo de marihuana, todos
sabemos que es el trampolín para otras drogas más pesadas, por lo cual
no es inofensiva tampoco desde este punto de vista, sino todo lo
contrario.
Por eso la adicción a sustancias es un gran problema, sea de lo que sea.
Siempre
predispone a problemas mayores a futuro. Las personas empiezan a
consumir para sentirse mejor y luego no pueden dejar porque se sienten
mucho peor, con lo cual añadieron un problema más a su existencia.
EL
pasaje de drogas “blandas a duras” es por demás conocido. Cuando
aceptamos las “blandas” estamos también dando el puntapié inicial para
que luego vengan las demás.
No caigamos en la creencia errónea de que un mal subsana otro mal porque no es asi. Dos males no hacen un bien.
Son
innumerables los factores que intervienen en el consumo de drogas,
desde las variables que llevan a los individuos a consumir, hasta los
intereses económicos que entran en juego. Como afecta y perjudica a la
persona, familia y sociedad.
Por
eso estoy convencida que la mejor postura es educar en las
consecuencias y potenciales peligros que tiene el consumo de sustancias,
sean las que sean. Que la persona sepa cuales son los riesgos que esta
tomando al consumir. La ignorancia es la que los hace más propensos a
actuar sin responsabilidad.
Para que quienes lo iban a ver como una opción posible, no dejen de ser concientes de su peligro.
Que
los lleve a no verlas como alternativa de nada, ni recreativa ni como
medio para relajarse o perder el temor, etc., porque nunca sabemos si
algo que empieza como inofensivo se puede transformar a la larga en un
problema mayor. Somos humanos y como tales vulnerables.
El
uso de drogas nos quita la posibilidad de desarrollar por nosotros
mismos estrategias para resolver nuestros problemas y encima puede
agregarnos otro.
EL
gran tema no es combatir o legalizar o no una droga en particular, y si
esto sirve o no sirve, sino apuntar a educar mas sobre todas ellas,
como forma también de prevención de consumo a futuro.
La
ignorancia no solo nos hace esclavos sino también nos hace esperar que
la solución venga de los demás, en cambio el conocimiento nos da la
opción de ser responsables de nuestro accionar y por ende mas libres.
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